El sector de las instalaciones deportivas está en ebullición. Estamos atravesando una crisis importante debido fundamentalmente a la pérdida adquisitiva de nuestros clientes y a la sobreoferta que existe en estos momentos en casi todas las ciudades. También, debido a que los gestores, en parte no hemos hecho los deberes y a la falta de innovación del sector que ha hecho que todos los operadores estén ofreciendo el mismo producto, y al tratar de diferenciarse solo se ha podido hacer por el precio, de ahí la entrada de los gimnasios low-cost.
Pero vayamos por partes a analizar esta etapa que, a parte de dolorosa para muchos también puede resultar interesante:
En los últimos años, España y en plena crisis, ha sido el país de la Unión Europea que ha abierto más centros deportivos y por el contrario el índice de personas apuntadas a un centro deportivo ha crecido pero no en la misma proporción. Además la capacidad adquisitiva de los clientes ha bajado debido a la recesión y muchos clientes o simplemente se han dado de baja de los centros y han elegido hacer actividad física en el medio natural, o bien han elegido otros centros deportivos o cuotas de menor importe.
Si analizáramos las cuentas de explotación de los centros deportivos, veríamos que aproximadamente el 85% de los ingresos está compuesto por la ecuación “p x q” siendo “p” el precio medio que paga mensualmente el cliente y “q” la masa crítica de los clientes. En estos momentos, está bajando el precio medio y está bajando el nº de clientes por centro, con lo cual la facturación de casi todos los centros deportivos ha bajado del orden de un 15-20% en el último año.
En cuanto a los gastos, no hay mucho más donde “rascar” que no se haya hecho hasta ahora: ha habido reducciones de personas en las plantillas, se han optimizado los costes de mantenimiento y suministros (aunque éstos no han parado de subir en tarifa), y se han reducido todos los gastos superflúos de los servicios profesionales independientes.
Esto hace que los centros deportivos como unidad de negocio hayan bajado sus facturaciones y sus gastos, y en consecuencia se han disminuido los resultados , incluso han aparecido en muchos casos los resultados negativos.
Las grandes cadenas, además, tienen una situación delicada ya que han crecido a base de un crédito fácil donde el negocio se apalancaba más de la cuenta, y ahora, el Ebitda que generan no es suficiente para poder asumir los gastos financieros, el retorno de capital del crédito y las inversiones continuas que deben realizarse en cualquier centro deportivo.
Con todo ello, han aparecido los centros low-cost que se están extendiendo en toda la geografía, otra vez sin control (no aprendemos) y están proliferando en zonas donde la demanda está ya cubierta, con lo cual solo hacen que repartir más el pastel. Esta aparición, muy criticada por algunos, tiene sin embargo bastante sentido ya que han repasado la cadena de valor y han eliminado las zonas de aguas, han eliminado mucho recurso humano y han aplicado un poco más la tecnología. Y todo ello por un precio muy inferior. Estos centros, que están para quedarse, corren el peligro de hacer “dumping” ya que las cuentas de explotación son muy exigentes con “q” muy elevadas y en algunos casos desnaturalizan un servicio que se venía prestando de enorme calidad y asistencia.
El futuro de esta crisis, claramente agravada por una medida muy dañina para nuestro sector como fue la subida del IVA en septiembre de 2012 y de la cual la mayoría de centros aún no se han recuperado, pasa por reinventarnos, hacer cosas diferentes, aplicar la tecnología pero sobretodo idear un servicio con el cual nuestro cliente esté satisfecho y pague adecuadamente por este valor.
Han pasado a la historia los centros que sólo vendían por su infraestructura, o los que inflacionaban el precio por un servicio mal dado. Ahora, en tiempo de cambios, los supervivientes serán los líderes del futuro y serán aquellos que apliquen la tecnología y la innovación, inculquen a sus trabajadores lo importante de gestionar cada “momento de la verdad” y busquen soluciones y no se conformen con la situación. Ha llegado la hora de los verdaderos gestores.
Pere Solanellas
CEO& founder WUICS
Director Master Dirección Deporte
Universidad Pompeu Fabra